El trastorno obsesivo-compulsivo

Publicado el 4 de agosto de 2025, 11:13

El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un trastorno del espectro de la ansiedad, provocado por padecer pensamientos intrusivos (obsesiones) y rituales (compulsiones) que el paciente realiza para disminuir la ansiedad provocada por las obsesiones. Es decir, si el paciente tiene una obsesión con la higiene o tiene un miedo irracional a los gérmenes su compulsión sería lavarse las manos continuamente.

Este trastorno provoca un gran sufrimiento debido a la ansiedad que experimenta el paciente, y es altamente incapacitante.

No se conoce exactamente la causa de este trastorno, pero se cree que factores biológicos, genéticos y ambientales pueden influir en su padecimiento.

Factores de riesgo

El TOC se empieza a manifestar en la adolescencia o en la adultez temprana. Normalmente los niños lo desarrollan a edad más temprana que las niñas.

Los principales factores de riesgo son:

  • Historia familiar: una persona tiene más probabilidades de desarrollar TOC si algún familiar lo ha padecido, especialmente si ese familiar empezó a presentar los síntomas a una edad temprana
  • Estructura y funcionamiento del cerebro: estudios de imágenes han demostrado que ciertas partes del cerebro de las personas con TOC son diferentes, tanto en su estructura como en su funcionamiento. Sin embargo, se necesita más investigación para comprender la relación entre esas diferencias cerebrales y los síntomas del TOC.
  • Trauma infantil: estudios han demostrado que el abuso infantil también está relacionado con el desarrollo posterior del TOC, aunque se necesita más investigación para comprender mejor esta relación

Síntomas

Las personas que padecen este trastorno padecen dos tipos de síntomas: las obsesiones y las compulsiones.

Las obsesiones son pensamientos intrusivos que producen gran ansiedad a la persona

Las compulsiones son rituales o acciones que los pacientes llevan a cabo para disminuir dicha ansiedad.

Tipos de obsesiones:

  • Miedo a los gérmenes o a la contaminación
  • Miedo a descuidos, como dejarse el gas encendido o la puerta de casa abierta
  • Miedo a perder algo
  • Preocupaciones por perjuicios que le puedan afectar a la propia persona o a otras
  • Pensamientos no deseados sobre sexo o religión
  • Pensamientos agresivos hacia uno mismo u otras personas
  • Preocupación excesiva por el orden, incluyendo la necesidad de que ciertas cosas estén alineadas o colocadas de una forma concreta y precisa

Tipos de compulsiones:

  • Limpieza de las superficies o lavado de manos excesivo por miedo a la contaminación o a los gérmenes
  • Verificaciones constantes y excesivas, por ejemplo, que el horno esté apagado o que la puerta esté bien cerrada
  • Contar de forma compulsiva
  • Ordenar y organizar las cosas de una forma particular y precisa.

Algunas personas con TOC también pueden presentar trastornos de tics, como el síndrome de la Tourette. Las personas que sufren trastornos de tics no pueden evitarlos, ya que su cuerpo los realiza de forma automática.

Diagnóstico

El diagnóstico de TOC debe realizarlo un profesional de la salud mental.

Para que una persona sea diagnosticada de TOC, además de presentar obsesiones y las compulsiones debe cumplir los siguientes requisitos:

  • Incapacidad para controlar sus pensamientos y conductas, incluso cuando sabe que son excesivos. Es decir, sabe que las obsesiones y las compulsiones son irracionales, pero no puede controlarlas
  • Dedica al menos una hora al día a estas obsesiones y compulsiones.
  • La realización de las conductas (compulsiones) no le agrada, pero le alivia brevemente la ansiedad
  • Las obsesiones y las compulsiones son altamente incapacitantes, afectándole gravemente en su vida diaria, tanto en el plano familiar, como en el social y en el laboral.

Tratamiento

El tratamiento del TOC consiste en la combinación de la terapia cognitivo-conductual y los psicofármacos.

El tipo de terapia que mejores resultados ha demostrado es la terapia de exposición con prevención de respuesta. Esta terapia consiste en exponer progresivamente al paciente a sus miedos y preocupaciones de una forma controlada para ir mitigando poco a poco la ansiedad que producen.

Los medicamentos que se prescriben para el TOC incluyen antidepresivos y ansiolíticos. Para casos difíciles de tratar y que no responden al tratamiento con psicofármacos se puede utilizar la estimulación magnética transcraneal repetitiva (EMTr), mediante el cual se estimulan ciertas zonas cerebrales mediante la aplicación de ondas magnéticas.

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