En un artículo anterior describí el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) que decíamos que formaba parte de los trastornos de ansiedad, debido a la ansiedad y el malestar psicológico que provocaban las obsesiones.
En este artículo vamos a hablar de un trastorno con ciertas similitudes, pero que corresponde al ámbito de los trastornos de personalidad: el trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad o, también llamado, trastorno de la personalidad obsesiva-compulsiva (TPOC).
Las personas afectadas por este trastorno están excesivamente preocupadas por las reglas, el orden y el control, impidiéndoles tener un funcionamiento adecuado en la vida en los diferentes ámbitos: personal, laboral, familiar y social.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo más importantes para sufrir este trastorno son:
- Los genes, ya que tener un familiar afectado aumenta las probabilidades de sufrir el trastorno
- La infancia y el ambiente en el que se ha criado la persona también pueden estar relacionados, aunque no existe mucha investigación en este sentido
- El sexo, ya que afecta más a los hombres que a las mujeres

Síntomas
Este trastorno tiene algunas similitudes con el TOC, pero también algunas diferencias.
En el TOC la persona percibe los pensamientos intrusivos como desagradables e ilógicos, a pesar de lo cual no puede evitar realizar los rituales o las acciones destinadas a disminuir dicha ansiedad.
En el TPOC la persona está convencida de que su forma de pensar es la correcta. Sus pensamientos no le causan malestar, lo que les causa malestar es no poder controlarlo todo y que las cosas no sean exactamente como ellos quieren.
El TOC suele aparecer a edad más temprana que el TPOC, ya que el primero puede aparecer durante la niñez y el TPOC comienza a finales de la adolescencia o principios de la edad adulta.
Se sienten muy molestos y experimentan mucha frustración si alguien interfiere en sus rutinas rígidas o no sigue al pie de la letra sus reglas. Algunos pueden reaccionar con irascibilidad y agresividad y otros, sin embargo, no.
A estos sujetos experimentar sentimientos de ansiedad y frustración les parece normal, ya que consideran que su forma de pensar y hacer las cosas es la correcta, y que son los demás los que lo hacen mal, por lo tanto, consideran normales sus reacciones.
Son personas excesivamente perfeccionistas, hasta el punto de no ser capaces de empezar a realizar una tarea o una actividad si no tienen el completo convencimiento de que la van a realizar a la perfección y van a tenerlo todo controlado.

Si no son capaces de controlar una situación se pueden aislar emocionalmente.
Estos síntomas pueden interferir en su capacidad para resolver problemas y formar relaciones personales estrechas.
Todos estos síntomas producen un gran malestar tanto en la persona que padece el trastorno como en los que se relacionan con ella, especialmente en las personas con las que convive.
En ambos trastornos las personas pueden ser altamente exitosas y experimentar excesiva urgencia respecto a sus acciones.
Las obsesiones en el TPOC son las reglas, el orden y el control. Existe excesiva inflexibilidad en el cumplimiento de reglas. Así mismo, son personas obsesionadas con el orden. No puede haber nada fuera de su lugar. No solo les molesta que las cosas estén fuera de su lugar, sino que incluso las tienen que colocar siempre en la misma posición. Además, necesitan tener el control de todo. No soportan los imprevistos, por lo que tienen que tener el control de las situaciones hasta el mínimo detalle.

Los sujetos que padecen este trastorno se caracterizan por ser muy rígidos e inflexibles.
Otros síntomas característicos de este trastorno son:
- Excesiva devoción por el trabajo
- Incapacidad para deshacerse de objetos, aunque sean viejos y no tengan valor
- Excesiva rigidez e inflexibilidad
- Falta de generosidad
- Incapacidad para permitir que los demás realicen tareas, incapacidad para delegar, ya que piensan que ellos son los únicos que hacen bien las cosas.
- Incapacidad o excesiva dificultad para mostrar afecto.
- Preocupación por detalles, reglas y listas. Inflexibilidad en el cambio de rutinas. Excesivamente estrictos en cualquier tarea o cualquier rutina. Elaboración de listas para todo, por miedo a olvidarse de algo.
Diagnóstico
El diagnóstico lo debe realizar un profesional de la salud mental basándose en los síntomas presentados por la persona y, especialmente, en su gravedad, es decir, en el nivel de interferencia de los síntomas con el funcionamiento de la persona en su vida diaria.
Tratamiento y pronóstico
En cuanto a psicofármacos podemos mencionar los tratamientos destinados a aliviar la ansiedad y la depresión provocadas por este trastorno.
En cuanto a psicoterapia se piensa que es el tratamiento más efectivo para tratar el TPOC,
aunque la combinación de psicoterapia con psicofármacos es, sin duda, la mejor opción.
Afortunadamente, el TPOC tiene mejor pronóstico que otros trastornos de la personalidad, ya que estos pacientes tienden menos a sufrir complicaciones como el abuso de sustancias comparado con los sujetos que sufren otros trastornos de personalidad.
Sin embargo, este trastorno puede estar acompañado de otras complicaciones como:
- Depresión
- Ansiedad
- Aislamiento social
- Dificultad para manejar la ira
- Dificultad para avanzar en situaciones profesionales
- Dificultad en las relaciones interpersonales
Bibliografía:
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